¿Cuántos tipos de felicidad existen?
- Yolanda Kuri
- 5 oct 2020
- 3 Min. de lectura
Es un hecho que todos buscamos la felicidad y todos creemos encontrarla de maneras muy particulares y en ocasiones específicas; de ahí que el concepto de felicidad sea totalmente subjetivo. Cada uno entendemos la felicidad de diversas formas. Lo que es innegable es que nos unen varios impulsos y maneras de sentirnos felices como seres humanos, y siempre estamos procurándolas. Digamos que vivimos para ser felices.
Normalmente y como común denominador, la experiencia de vivir nos genera emociones y dependiendo del cauce de nuestra vida, de las emociones que las vivencias nos generan, es que podemos decir si somos felices o no.

Hay quienes eligen experimentar la felicidad hasta que llegan a un punto determinado en el camino (matrimonio, carrera, diversos logros) y otros quienes ven como una opción más viable la de aceptar la felicidad como un proceso, como parte del camino, lo que exige situarse en el presente más que en el pasado o el futuro.
En cualquiera de los casos, la felicidad es algo personal, y en ocasiones difícil de describir pero en todos los casos es un objetivo perseguido por cada ser humano, y en esta búsqueda, nos encontramos con el sentido de la vida.
Este sentido proporciona dirección y es el eje de muchas de nuestras decisiones de vida. Este sentido también proporciona grandes beneficios al cerebro y a la salud en general. Vivir con un sentido, dirección o propósito incrementa la longevidad, mejora el sistema circulatorio y el corazón, la digestión, los procesos alérgicos, y un amplio etcétera. En otras palabras en bueno para el ser humano vivir con un sentido y este sentido no es dictado sino por cada uno de manera muy personal.
Con el fin de aumentar la reflexión y como herramienta informativa, hoy te quiero platicar dos maneras nacidas de la filosofía griega para ayudarnos a determinar cómo es la felicidad que queremos experimentar en la vida. Si aún no tienes claro qué es la felicidad para ti, probablemente esta información te pueda ayudar para determinarlo.
La hedónica o hedonista es aquella que relacionada con el bienestar obtenido al centrarse en uno mismo. Buscar el placer, evitar el dolor, como puede ser comprar, comer, beber, viajar, etc. Normalmente son “gustos” o cosas agradables que se obtienen en el corto plazo e igualmente, duran poco tiempo y pues, hay que seguir experimentando de esas cosas. Generan conductas adictivas o de dependencia y no conducen a la plenitud. Una vez que “llegas a la meta” u obtienes lo que estabas buscando, lo disfrutas, pero de manera momentánea y hay que emprender la búsqueda de lo siguiente.
La Eudaimónica está enfocada a ayudar a los demás, trata de realizar actividades que tengan un impacto positivo en las personas que nos rodean y a la obtención de objetivos o gratificaciones simbólicas a largo plazo. Este tipo de conductas vienen también caracterizadas por dar sentido, significado y propósito a la existencia de la persona. Te hacen sentir valioso o útil y que lo que realizas tiene un beneficio, impacto o sentido. Ejemplos de este tipo de conductas serían todas las conductas sociales; como ayudar a los demás o participar en actividades que tienen una repercusión positiva para la comunidad. Incluso, una actividad “sencilla” como podría ser la de alimentarse mejor, se convierte en eudaimónica cuando lo hacemos con la intención de inspirar a los demás para que ellos también mejoren su salud.
¿Qué tipo de felicidad hace que te identifiques más? ¿Cuál de ellas te motiva o te conduce más y mejor? ¿Cómo cambiaría tu vida si le dieras un sentido o propósito? ¿Cómo disfrutarías más de tu vida si estuviera más orientada al placer y a evitar el dolor?
Pues ya tienes algo con que pensar un rato.
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