6 Tips para manejar / gestionar tus emociones
- Yolanda Kuri
- 9 jul 2020
- 4 Min. de lectura
En un día puedes experimentar muchas emociones, basadas siempre en tu personalidad, contexto y experiencias. Aun con esta sorprendente diversidad emocional, categorizamos, a veces, de una

manera simple y etiquetamos las emociones. Consiguientemente, nos dejamos llevar por esta emoción que sentimos, creemos sentir.
Al hacer esto dejamos atrás importantes puntos y experiencias de estas emociones, Por ejemplo; Puedes decir que estás triste con algo, pero en realidad estás decepcionado. Puedes sentir que estás enojado, pero en realidad estás ansioso.
Si lo analizamos se puede romper en muchas emociones, y simplificar una emoción no siempre es la opción más recomendable, uno tiene que aprender qué es lo que realmente está sintiendo, cómo se llama y comprender así tus emociones y con ello saber qué hacer con ellas. La mejor manera de expresarlas, canalizarlas… gestionarlas.
Comprender al cien por ciento una emoción y saber exactamente porque la estás sintiendo en ese preciso momento es difícil, pero al final de la experiencia relacionada con la emoción uno debe analizarla de la mejor manera posible, y ponerle nombre.
Conocerse a sí mismo es la base para poder darle prioridad a lo que sientes, y determinar cuál debe ser la acción que vas a tomar, esto determinará tus resultados/consecuencias y la realidad en tu vida.
A continuación encontrarás algunos tips para manejar mejor tus emociones…
1. No le des poder a lo negativo.
Estas haciendo la actividad que más te gusta hacer para divertirte y todo tu día ha sido casi perfecto, pero llega a pasar algo negativo, ahora solamente por esa cosa mala que te paso, ¿se arruinó tu día?
En la mayoría de las ocasiones, esa cosa negativa, si la analizas, no es algo de mucho valor como para arruinar tu día, entonces, ¿qué se puede hacer para desconectarte de lo malo en ese momento?
Lo que puedes hacer es crear el hábito de concentrarte en lo bueno e ignorar lo negativo. Enfocarte en las situaciones buenas del día y agradecer aquello que te gustó, la manera en cómo lo manejaste, el bajo impacto que en realidad tuvo, la oportunidad que representa de aprender algo nuevo, etc.
2. Expande la manera en como ves, resuelves y haces las cosas.
La repetición es una buena herramienta para crear hábitos y habilidades, pero no en todas las situaciones. Si quieres hacer una tarea de la misma manera todo el tiempo, lo más probable es que termines saturado y frustrado de hacerlo siempre igual.
Una manera de no aburrirte y hacer mejor lo que te propongas es expandir tus habilidades y tu arsenal de opciones para hacer tu tarea más placentera y eficiente, generando en ti un sentido de satisfacción.
Por ejemplo, cambiando el orden en que realizas tus tareas del día, sobre todo aquellas que pueden alterar tus emociones como las labores del hogar. Puedes poner música distinta cada día y así disfrutarlo más.
En el orden de la resolución de cosas, también puedes intentar dejar de atender todos tus pendientes o los requerimientos de los demás de inmediato. Podrías, hacer pausas entre tareas y organizarte mejor. Primero aquellas que te dan energía o te ponen de buenas, y después las que consideres más tediosas.
3. Escenarios.
Un escenario es un lugar o momento del ambiente en el que vives, también pueden ser objetos que subconscientemente te pongan en un estado, puedes tomar ventaja de esto si lo utilizas de la manera adecuada, por ejemplo: si quieres trabajar en un proyecto y lo haces desde tu cama, tu cerebro ve tu cama como un punto de relajación y posiblemente no hagas el trabajo de la manera más productiva, ¿verdad? En cambio si trabajas en un lugar diseñado para poner tu mente en un estado productivo ya sea un escritorio, o un parque, se nota de manera inmediata el cambio, y esto lo puedes ocupar también para meditar o dispersar pensamientos negativos.
4. Expande tu vocabulario.
Aprender aunque sea una sola palara diaria, o incluso otro idioma te puede ayudar para comprender mejor tus emociones, por ejemplo, estar frustrado o molesto, pueden sonar como lo mismo pero no lo son, estar frustrado depende completamente de tu discapacidad de completar una acción, y estar molesto depende de un objeto externo, como molestarse con la música del vecino porque está muy fuerte.
5. Resiliencia.
En una situación que puede llevar a la frustración u otro tipo de emociones negativas por no poder completar algo o llegar a una meta, tienes que ser capaz de observar, aprender y hacer frente al error que tuviste para no poder cumplir tu propósito, eso se le llama resiliencia emocional. Incluye una buena dosis de objetividad para en lugar de culparte y “regañarte” o tirarte a la pena por haber fracasado, le des vuelta a la perspectiva con la que sientes la frustración, tristeza o enojo y tomes de ahí la fuerza para levantarte nuevamente e intentarlo con otro método, energía o intención. Obviamente esta práctica también fortalecerá tu autoconfianza y autoestima.
6. Aprende a analizar las emociones de los demás.
Al analizar las emociones de los demás, uno puede aprender de sí mismo. En la reacción de cada persona ante una situación ya sea la reacción positiva o negativa, puedes ver los pasos a seguir o no seguir dependiendo la situación y los propios resultados y realidad en la vida de estas personas. Incluso aprenderás a comunicarte mejor con las personas y crear mejores vínculos y relaciones con ellas.
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